27 de agosto de 2012

JOSÉ

Has escondido a José en mi mochila. Después de un Sábado de besos. Besos y algo de filosofía. José vino todo el camino callado. Es un poco tímido. Y ahora no se encuentra muy bien, claro. Extraña tu calor y tu cuerpo, bueno, como yo. Y me dices que lo acueste en mi pecho para que se duerma pero José no sabe donde estás. Y quiere verte y dormir otra vez contigo.
Y yo le cuento lo suave y gris que eres, y a veces azul. Para que se duerma José. Pero no tiene sueño.
Ahora acaricio sus bigotitos medio mordisqueados
Sus bigotitos de guepardo con manchas azules.