18 de mayo de 2012

Flores para Romeo.

Juliet tomaba té con canela mientras se empapaba su vestido de flores con lágrimas de cocodrilo.
Juliet no toma té
pero a él, le gustaba el té.
Juliet tiene nombre de personaje de Shakespeare pero ya no tiene Romeo.
Romeo no muere por ella, Romeo se va con otra,
Juliet está celosa.
Celosa porque nunca llegó a ser como Romeo quería, nunca llegaron a tener cosas en común, a pesar de que Juliet tomara té asqueroso de mierda para poder compartir cosas con su Romeo.
Juliet trabajaba de teleoperadora para una compañía telefónica pero la despidieron por aconsejar a un señor mayor que se pasara a otra compañía donde podrían hacerle una mejor oferta.
Juliet está soltera y sin trabajo.
Juliet vive en un piso pequeño cerca del centro de la ciudad
en un piso con paredes violeta y olor a incienso.
Juliet colecciona recortes de periódicos con noticias curiosas como las de señoras que pegan bolsazos a los múltiples atracadores callejeros.
Juliet llevas las uñas pintadas de verde y tiene un balcón lleno de plantas donde se sienta y toma el sol,
en verano,
cuando hace sol.
Es sábado por la tarde y Juliet ha alquilado Pretty Woman para llorar en el sofá.
Juliet juega a ser Julia Roberts y entra en la tienda más cara de la ciudad para renovar su armario y comprarse unos zapatos de tacón que hagan que se sienta princesa. Pero Juliet ya no tiene trabajo y sale de la tienda con las manos vacías y complejo de gorda por culpa de una dependienta que le dice que debería llevar vestidos que disimulasen un poco su "pancita".
Juliet camina despacio
sus treintañeros pies se posan sobre el asfalto.
Las Ramblas están llenas de flores, Juliet compra una rosa roja.
Blanca, la vendedora de flores, tiene 60 años y sonríe a Juliet mientras dice:
-Toma, Juliet, ten otra rosa para tu Romeo.
Juliet respira.
Devuelve la sonrisa a Blanca y sigue revoloteando entre flores, rateros y mimos.





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